viernes, 14 de febrero de 2014

Breve y bajito

Dormí poco y mal. Ya es costumbre, la verdad. Me hubiese gustado pensar algo más elocuente, escribir algo como: qué grande es el amor que nos tenemos, que alcanza para cubrir el espacio que nos separa y el tiempo en que no estás aquí conmigo. Pero no. Este café soluble que es y no es tampoco ayuda. Pienso en tus manos, en tu piel, en la emoción de saberme tuya. Pero se me escapan las palabras y no sé cómo decirlo. Tengo frío, tengo calor, tengo sueño, tengo hambre. Pero no te tengo. O sí, pero lejos, que es lo mismo que no tenerte. Y te extraño, parece que desde siempre. Y me acuerdo que te extrañé toda la vida y qué bonito es ahora amarte y tenerte. Pero ya no sé cómo decirlo bonito. Ya no sé hacer versos ni poemas. Sólo recuerdo decirlo breve y bajito: te amo.

domingo, 9 de febrero de 2014

Hoy


Pronuncio tu nombre inevitable
y se llena mi boca de recuerdos,
mi voz no alcanza más tu oído,
te llamo amor, y el silencio rompe mis latidos.
En esta noche blanca y fría tan lejana
busca mi mano vana tu cariño,
el frío me roba la alegría
y me parte el alma pensar que ya te has ido.
Quisiera prenderle fuego a las estrellas,
que ardan una por una hasta acabarse,
y un camino de humo guíe tus pasos
de nuevo hasta que mi mano alcances.
Hoy duermo el sueño del hastío,
se resigna mi piel a no encontrarte,
tal vez mañana el cielo no me deje,
tal vez un día podré abrazarte.