¡Esta bloggera les desea feliz Navidad y un 2006 lleno de éxito, amor y dinero!
¡¡Nos vemos en Enero, con una nueva imagen y mucho más!!
Para Michel Foucault “en una sociedad como la nuestra, pero en el fondo en cualquier sociedad, relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; y estas relaciones de poder no pueden disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso. No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja. Estamos sometidos a la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder más que a través de la producción de la verdad”.
FOUCAULT, Michel (1992): La Microfísica del Poder. España, Ediciones de La Piqueta, p. 148.
Una amiga mía solía salir con un tipo, pero sin ningún tipo de formalidad, lo que en el argot postindustrial clasemediero se conoce como “free”. Mi amiga vivía en la angustia, porque en una situación así la sorpresa es la constante: no sabía cuándo recibiría una llamada del tipo, ni cuándo lo vería, ni en qué condiciones ni nada. El no-discurso de él era lo que la tenía siempre en duda, pero siempre ahí. (Y la duda mata).
Después de mucho “cocowash”, finalmente se convenció de que la situación no le gustaba y que debía hacer algo. Ella quería algo más formal, no sólo estar en la incertidumbre constante. Su principal preocupación era que si se lo decía, muy probablemente el tipo iba a cortarla, lastimándola irremediablemente.
Un buen día se animó a hablar con él. Obviamente, el tipo no accedió a formalizar nada. Sorpresivamente mi amiga no sólo no se sintió herida, sino que reafirmó su auto confianza y autoestima.
La palabra –dicha o no- es una fuente de poder. Nuestra realidad se hace verdad al verbalizarla, al socializarla y recrearla. Mi amiga no sólo descubrió que es muy fácil externar sus necesidades a otros, sino que invirtió las reglas del juego, cambió la relación de poder y finalmente logró empoderarse a sí misma.
Si eso pasa en escala micro… ¿Qué podría hacerse en un ámbito mayor?
He aquí el corto ganador del festival Anima Mundi 2001, creado por el caricaturista Bruno Bozzetto. Se llama Europa & Italia, y está para verse. ¡Disfrútenlo!
Basada en la novela de John Le Carré, esta historia de espionaje e intriga internacional tiene como escenario central Nairobi, y el personaje principal es la situación del África del siglo XXI: pobreza, SIDA, corrupción y desigualdad.
Justin y Tessa se conocen y se lanzan a una relación atropellada que termina en matrimonio, ya que él es un diplomático inglés enviado a Kenia, y su casamiento parece ser la única manera de estar juntos.
Tessa es una muchacha joven y rebelde, pseudo hippie e izquierdosa que no tiene reparo en luchar por sus ideales. A espaldas de su marido, ella descubre un complot internacional que le cuesta la vida. En su afán por descubrir lo que hay detrás de la muerte de su esposa, Justin se encuentra con la maraña de intrigas perpetradas por los gobiernos kenio e inglés y finalmente vuelve a Tessa, porque sabe demasiado.
La historia es bastante predecible, pero está llevada de una manera increíble. Las actuaciones de Ralph Fiennes y Rachel Weisz son excepcionales, y el manejo de cámaras, las locaciones, los diálogos, te envuelven en la trama, pese a que podemos suponer el desenlace desde el inicio.
Lo mejor de The Constant Gardener es la trama que se encuentra en el subtexto: cómo Justin va conociendo a Tessa a través de su lucha y a través del rompecabezas que arma a partir de su muerte, para descubrir al final que la amaba pese a todo y que justamente ella era su hogar. Es la forma más sublime de expresar amor.
¿Y el título? Tendrán que ver la película.
Hoy es, de hecho, un día triste.