Antes de las feministas, los bra-burnings y la píldora, existió una mujer que decidió tomar las riendas de su vida y hacer lo que soñaba... se llama Amelia Earhart, la mujer pionera de la aviación estadounidense, que entre sus hazañas suma el haber sido la primera mujer que cruzaba el Atlántico en avión allá en 1928.
Mira Nair, a quién tengo muy fresca en la mente por una excelente cinta sobre el multiculturalismo en Estados Unidos llamada Mississippi Masala, fue la encargada de llevar a la pantalla la cinta que narra la historia de Amelia, sus aventuras como piloto, sus amores y pasiones. La cinta está bien ambientada, tiene una producción excelsa, la música es fenomenal y en general el ritmo de historia es increíble. A pesar de que ya sabemos que la historia termina con el extravío de Amelia en el Pacífico cuando estaba a punto de ser el primer ser humano en dar la vuelta al mundo en avión, no le faltan sobresaltos y emociones a esta película.
Por supuesto, sólo Hilary Swank podía ser capaz de darle tanta vida y pasión a este personaje, y para acompañarla tuvo nada menos que a Richard Gere, que no ha dejado de ser encantador, en el papel de George Putnam, su esposo y cómplice. El contrapunto es el siempre bello Ewan McGregor, que interpreta a Gene Vidal, amigo y amante de la aviadora.
¡Cinco palomitas!
Hace 8 años.