*Nota: Si usted no es mujer, probablemente estas instrucciones no le funcionen. Pero no se preocupe: nadie es perfecto.
1. Llore, pero establezca un horario. Es preferible por las noches: las almohadas llenas de lágrimas tienen el efecto de hacerle sentir aún más patético, miserable y absurdo. Procure hacer como que nadie se da cuenta: su familia y amigos se esforzarán por hacer como que no saben que usted lo hace. Sea disciplinado: llorar, como cualquier otro arte, se perfecciona con la práctica.
2. Consiga una amiga que no se canse de escuchar lo maravilloso que es su ex.
3. Hable con ella todas las veces que pueda. Sirve hacerlo vía electrónica, pero es mucho más catártico que ella le vea a usted llorar, gemir, agitar los brazos y hacer gestos. Ensaye antes frente al espejo de ser necesario.
4. Ármese de un litro de helado y unas cuantas películas lacrimógenas. Puede empezar por torturarse con cosas como “The Lake House” o “The Notebook”. Así, el efecto de la culpa, el arrepentimiento, el “por qué a mí no me pasan esas cosas” y el “por qué me dejó si todo era perfecto”, se potencializan. No olvide tener a la mano un pañuelo. Usar kleenex no está en onda y además es poco ecológico.
5. Repita los pasos 3 y 4 hasta que su ex deje de parecerle tan maravilloso.
6. Consiga una amiga que no se canse de escuchar lo desgraciado que es su ex.
7. Hable con ella todas las veces que pueda. Probablemente, su monólogo sea interrumpido por un monólogo muy parecido que su amiga traerá a colación, a propósito de lo desgraciado que es su propio ex. La conversación se convertirá entonces en una lista de las patanadas de las que son capaces los hombres, y surgirá una especie de concurso de “a ver a quién de las dos le ha ido peor”.
8. Ármese de un litro de helado, y unas cuantas películas lacrimógenas. Es indispensable que todas tengan finales anti climáticos, como “The Reader” o “The Bridges of Madison County”. Así, el efecto del rencor, el odio, el “por qué me pasan estas cosas” y el “así de pinche sola me voy a quedar” se magnificará. Tenga además, a la mano, algo suave que pueda aventar. Romper el televisor no es, para nada, recomendable.
9. Repita los pasos 7 y 8 hasta que su ex deje de parecerle tan desgraciado.
10. Una buena mañana, levántese, mírese al espejo y notará los quince kilos de más que ha ganado por comer helado todas las noches, y el rostro demacrado por pasarla llorando y lamentándose por su ex. Se dará cuenta que el tipo no era ni tan maravilloso ni tan desgraciado, y usted podrá retomar su vida normal, lista para empezar de nuevo. (Vea las Instrucciones para enamorarse).
1 comments:
Hhahahaha esta divertido esto!
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