23 semanas. |
Quizá cuando te tenga en mis brazos, y te llene la cara de besos, y te enseñe a atarte las cintas de los tenis y a pintarte las uñas, y te dé a probar por primera vez el dulce de leche y mires por primera vez la lluvia, y caminemos juntas tomándonos las manos, y cantemos canciones de los Beatles, y me ayudes a hacer galletas, y te lea cuentos hasta que te quedes dormida, pensaré, un poquito con nostalgia, un poquito con alegría, en este tiempo que te tengo más cerca que mi piel, en la forma en que te mueves cuando me escuchas hablarte, en el nido que te has hecho dentro de mí, en el preparar tu llegada, en las ganas que tengo de verte, y hacer todas esas cosas que haremos juntas. Y es que también esperarte, aunque ya me come la impaciencia, es una delicia.