- Que la gente no haga lo que dice que va a hacer.
- Despertar y que la cocina sea un asco. Odio no tener energía para limpiar al final de cada día.
- Que levanten la mesa y dejen los vasos, y dejen los vasos todavía medio llenos.
- Que me ofrezcan carne para comer, aunque sea de broma.
- Que le ofrezcan carne a mi hija para comer, aunque sea de broma.
- Que critiquen mi vegetarianismo, como si fuera una discapacidad.
- Los Simpsons y la gente que los entrona.
- La gente que hace trampa en las filas del súper o del banco y se sale con la suya.
- La gente que golpea a sus hijos en público, para “disciplinarlos”.
- La gente que los golpea en privado.
- Que me digan qué tengo que hacer, cuando sé qué es lo que tengo que hacer.
- La gente que se queda mirando cómo se cae una viejita y luego no la ayuda a levantarse.
- Que me vendan las papas sucias.
- Tener que pedir algo mil veces, como si no fuera clara la primera vez.
- La gente irreflexiva.
- No tener tiempo para arreglarme las uñas.
- El café feo.
- Ir a un restaurante y no tener opciones vegetarianas.
- Lavar platos.
- La gente que grita cuando se enoja.
- Gritar cuando me enojo.
- Pedir ayuda y que no me la den.
- Hacer planes y que me los cambien.
- Que llueva cuando tengo que salir.
- Que no estén los precios de las cosas en las góndolas del súper.
- No tener tiempo para leer.
- Dormir poco y mal.
- Mandar un correo, un mensaje o una carta y que no me contesten.
- La gente dos caras.
- La pizza blanda.
- Que el horno no caliente parejo y se me bajen los pasteles.
- Que la casa se llene de bichitos.
- Que me guste un par de zapatos, pero que no haya de mi talla.
- Que se paren los autos sobre la senda peatonal justo cuando voy a cruzar.
- Que haya futbol todos los días, en todos los canales, a todas horas.
- Que le digan pendeja a mi hija, aunque aquí en Argentina signifique otra cosa.
- Olvidarme de comprar algo que necesito, como el shampoo o el detergente, y recordarlo justo cuando lo necesito.
- Que la gente se ponga a platicar en medio de la calle, o del pasillo del súper, sin pensar que no deja pasar a los demás.
- Ir al dentista.
- Que me digan “hay que vernos” o me inviten a salir y luego se hagan los desentendidos.
- La gente que complica cosas que se arreglan simplemente con un sí, o un no.
- Que se acaben las servilletas.
- Los secretos, y que te digan “te cuento pero no le vayas a decir a tal”.
- La gente que no sabe estar en silencio, sin música, sin televisión, sin ruido, aunque sea un ratito.
- Dormir con la luz prendida.
- Las cosas que tienen instrucciones sin dibujitos.
- La gente desagradecida y/o desconsiderada.
Y dejo todo aquí, para no cargarlo, para que no me moleste más.