Los guardianes de la libertad

El análisis de los medios estadounidenses a través de los casos que Noam Chomsky expone en Los Guardianes de la Libertad, debe ser entendido dentro de la perspectiva de la función propagandística y maniquea de los medios, y podemos añadir que es clara la visión dicotómica que se aplica en los casos presentados: en tanto que los países clientes o amigos son presentados por los medios de una manera positiva –como en el caso de las elecciones ‘democráticas’ en Guatemala y El Salvador en los años ochenta; el ocultamiento de las matanzas en esos países; la legitimidad que se le dio al SISMI o al juez que llevó el caso del atentado contra el Papa–, los estados claramente enemigos son presentados de la manera más oscura posible: Nicaragua como un estado de terror equiparable al de Pol Pot; Polonia como la asesina implacable del sacerdote Popielusko; los sagaces y desalmados búlgaros y soviéticos.
Como él mismo afirma “el modelo de propaganda deja entrever que el 'propósito social' de los medios de comunicación es el de inculcar y defender el orden del día económico, social y político de los grupos privilegiados que dominan el Estado y la sociedad del país”(CHOMSKY:341), pero sobre todo, el de asegurar la posición de esas elites dentro del núcleo de poder. Siguiendo esa lógica, los medios filtran toda la información que transmiten a la sociedad, y en muchas ocasiones la utilizan para legitimar las acciones de las elites estadounidenses.
Desde luego, “los medios de comunicación estadounidenses no funcionan a la manera del sistema de propaganda de un Estado totalitario. Por el contrario, permiten –e incluso fomentan– enérgicos debates, críticas y disidencias, en tanto permanezcan fielmente dentro del sistema de presupuestos y principios que constituyen el consenso de la elite, un sistema tan poderoso que puede ser interiorizado en su mayor parte sin tener conciencia de ello” (CHOMSKY:348). Esto nos indica que descubrir ese sistema de propaganda es mucho muy difícil.
Los Guardianes de la Libertad es sin duda un clásico dentro de la literatura que se refiere a medios de comunicación, y es así mismo una herramienta útil para entender las relaciones internacionales durante la Guerra Fría. Altamente recomendable para todos aquellos que estudian política, medios de información, ciencias de la comunicación o relaciones internacionales.