miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cuando te vayas


Te abrazo mucho,
para que quede en mi piel
tu aroma a mi hogar y mi patria
cuando te hayas ido.

Te miro mucho,
para tener en mis pupilas
tu andar pausado
cuando ya no camines tomando mi mano.

Te beso mucho,
para guardar en mi corazón
tu aliento de paz y de batalla
cuando me dejes un vacío entre el pecho y la espalda.

martes, 12 de noviembre de 2013

Doce motivos, amor, doce

Que te late el corazón en otro cuerpo.
Que te miras nuevo, de nuevo.
Que suspiras sin darte cuenta del motivo.
Que por alguna razón quieres abrazar al mundo con la mirada.
Que pierdes el tiempo pensando en lo bonito de ayer y de mañana.
Que duermes con una mano entre sus manos.
Que sabes lo que va a decir cuando sólo lo está pensando.
Que te vuelves a enamorar cuando se ríe.
Que la música cuenta historias de nosotros.
Que nosotros es verbo y es presente.
Que nos reencontramos en cada silencio.
Que eres mi hogar, mi casa.

martes, 5 de noviembre de 2013

Un recuerdo

Fue hace dos años, pero pudo haber sido hace dos semanas o dos días, quizá porque no fue tan extraordinario. Recorríamos un camino de tierra de colores, mirando cerros pintados de azules, amarillos y rojos, un vivo paisaje bajo un cielo azul y un sol que caía a plomo. Tú viste, entre las piedras y el polvo, un muñequito: un oso. “Para la Conejita”, dijiste, o dije yo, ya no recuerdo, quizá no sea importante. Lo guardé. Nos tomaron esa fotografía unos extraños, amigos por dos segundos y un click de cámara con que captaron nuestra alegría. Yo puse el osito junto a la fotografía. Siguen ahí, juntos. Y la Conejita al fin llegó y ese muñequito, esa primer sospecha de su existencia, la espera para cuando pueda tomarlo con sus manitas y, quizá en ese mismo paisaje, en esa misma tierra, escuche esta historia de amor y fe ciega.