domingo, 9 de febrero de 2014

Hoy


Pronuncio tu nombre inevitable
y se llena mi boca de recuerdos,
mi voz no alcanza más tu oído,
te llamo amor, y el silencio rompe mis latidos.
En esta noche blanca y fría tan lejana
busca mi mano vana tu cariño,
el frío me roba la alegría
y me parte el alma pensar que ya te has ido.
Quisiera prenderle fuego a las estrellas,
que ardan una por una hasta acabarse,
y un camino de humo guíe tus pasos
de nuevo hasta que mi mano alcances.
Hoy duermo el sueño del hastío,
se resigna mi piel a no encontrarte,
tal vez mañana el cielo no me deje,
tal vez un día podré abrazarte.