En una de las escenas del filme Imagine, vemos a uno de los millones de fanáticos que tenía el ex Beatle John Lennon tratando de colarse para verlo en su mansión. Lennon le dice: "No pienses que sólo porque escuchas mis canciones me conoces, o sabes algo de mí" .
No podría estar más de acuerdo. Por eso hoy, a 25 años de su muerte, prefiero recordar a mi Lennon.
Descubrí a los Beatles temprano en la vida, pero no me volví conciente de ello hasta la secundaria. Al compás de All my lovin’ me enamoré de mi primer amor, y junto con mi amiga Gimena, aprendimos inglés de tanto estar repasando sus canciones una y otra vez. Juntas, nos emocionamos hasta las lágrimas el 27 de Noviembre de 1993, cuando el Autódromo Hermanos Rodríguez recibió en México, por primera vez, en vivo y en directo, al testimonio de aquel tiempo de locura y rock ‘n’ roll: Paul McCartney.
Mi Lennon ha estado ahí, en su música y sus composiciones, en todos los momentos importantes; el más importante quizá, cuando murió mi abuelo y yo escuchaba Across the Universe. También estuvo ahí cuando veíamos en la tele los atentados a su New York el 9/11, y más allá, en la letra de Give Peace a Chance. Y qué decir de otros momentos memorables, como en Moulin Rouge! o I am Sam.
Si Mark David Chapman no se hubiera sentido el guardián en el centeno aquél 8 de diciembre de 1980, de seguro mi Lennon habría encabezado las protestas contra la guerra en Irak junto a Cindy Sheehan; habría organizado un Bed-In en protesta por el 11M y los atentados en Londres; habría hecho un llamamiento a la juventud parisina para que detuvieran la violencia en sus calles.
Pero, ¿quién sabe? Tal vez mi Lennon ha estado ahí, cada vez que tarareo a media voz "you may say I’m a dreamer..."
No podría estar más de acuerdo. Por eso hoy, a 25 años de su muerte, prefiero recordar a mi Lennon.
Descubrí a los Beatles temprano en la vida, pero no me volví conciente de ello hasta la secundaria. Al compás de All my lovin’ me enamoré de mi primer amor, y junto con mi amiga Gimena, aprendimos inglés de tanto estar repasando sus canciones una y otra vez. Juntas, nos emocionamos hasta las lágrimas el 27 de Noviembre de 1993, cuando el Autódromo Hermanos Rodríguez recibió en México, por primera vez, en vivo y en directo, al testimonio de aquel tiempo de locura y rock ‘n’ roll: Paul McCartney.
Mi Lennon ha estado ahí, en su música y sus composiciones, en todos los momentos importantes; el más importante quizá, cuando murió mi abuelo y yo escuchaba Across the Universe. También estuvo ahí cuando veíamos en la tele los atentados a su New York el 9/11, y más allá, en la letra de Give Peace a Chance. Y qué decir de otros momentos memorables, como en Moulin Rouge! o I am Sam.
Si Mark David Chapman no se hubiera sentido el guardián en el centeno aquél 8 de diciembre de 1980, de seguro mi Lennon habría encabezado las protestas contra la guerra en Irak junto a Cindy Sheehan; habría organizado un Bed-In en protesta por el 11M y los atentados en Londres; habría hecho un llamamiento a la juventud parisina para que detuvieran la violencia en sus calles.
Pero, ¿quién sabe? Tal vez mi Lennon ha estado ahí, cada vez que tarareo a media voz "you may say I’m a dreamer..."
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