Se trata de la historia de Willie Stark, un hombre común y corriente que se deja seducir por el poder y se entrega tan completamente que éste le revela su verdadero carácter y lo que ello conlleva: el descubrimiento de sus talentos, de sus pasiones, de sus debilidades y hasta de su propio ser. Me queda claro que Sean Penn va por su quinta nominación y segundo Oscar.
El contrapunto de la historia es Jack Burden, un tipo de pocas y poco firmes convicciones políticas, pero con gran talento para el periodismo y la investigación, que acaba por trabajar para Willie, sencillamente porque lo ve como lo que es, evita idealizarlo y tiene una fe ciega en que el político tiene la voluntad para lograr lo que quiere. Enredado en las intrigas políticas y en su propias emociones no resueltas, Jack resulta ser no sólo el más leal de los seguidores de Willie, sino también el más sincero, a pesar de todo. Jude Law, pese a resbalones en el acento sureño, está increíble.
El reparto incluye a Anthony Hopkins, Kate Winslet y James Gandolfini. Cinco palomitas a los hombres del rey, ni hablar:
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