Sumergido como un personaje más, Kundera cuenta una historia que son muchas historias, lleva un paso adelante la idea de la novela posmoderna y se sumerge en la trama, en el por qué de los personajes, en el cómo de la historia y en los altares de la inmortalidad, y explica, para que no haya duda, que escribe novelas de modo que no puedan ser contadas fácilmente... para que la gente las lea.
Así que a pasearse con Beethoven por un balneario en Teplice y a leer esta obra, clímax de este escritor checo eternamente exiliado.
KUNDERA, Milan (1991): La Inmortalidad. Tusquets Editores, España.
0 comments:
Publicar un comentario