Ayer me topé con este cover de una mis rolas favoritas de Johnny Cash... ¡Chequen nada más qué voz!
Hace 9 años.
Como todo buen escritor, Arturo Pérez-Reverte se inició en el periodismo. Y aunque lejana en el tiempo, la experiencia de su autor da un cariz vivo, emocionante y decidido a las aventuras del Capitán Alatriste, aquel hombre que ni honesto ni piadoso enfrenta con bravura la España decadente del siglo XVII.
Nunca fui fan de la serie animada, y según mi madre, ella espero toda la vida esta película: nada menos que las aventuras de Meteoro en full screen. Y vaya que valió la pena la espera.
Nunca imaginé que fuera posible, pero sí: esta es una cinta malísima de Al Pacino.
Y no para bajarla, ni esconderla, sino para curarla...
¿Qué habría pensado Lucas que sería de él cuando tuviera 64 años?¿Cómo no va a ser memorable? Recuerdo que el día en que estrenaron la muy esperada Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith toda la familia (hermanos, primos, tíos), fuimos en tropel a verla. Con la sala oscura y todos en expectativa, apareció el famoso logo de Lucas Films y todos al unísono gritamos y aplaudimos.
¿Cómo podría perderme una peli con este actorazo que, además de cautivar con sus ojos azules todas las semanas en Grey's Anatomy, es un comediante nato, que te hace reír hasta morir con sus ocurrencias y las de sus amigos, que tratan de entrenarlo para ser la madrina de su mejor amiga en Made of Honor?
Igual por los tacones o por las actividades deportivas, o bien por estar de pie mucho rato, el calor, o la retención de líquidos, a veces los pies, esa parte de la anatomía que a veces damos por sentado, se hinchan desde los tobillos a las uñas como globos, y hacen que, descalzas, nos veamos como hobbits.
La temporada de estrenos de Blockbusters arrancó con el pie derecho y nada menos que 100 millones de dólares para Iron Man, dirigida por el novato Jon Favreau y con un elenco genial que va de los serios, talentosos y formales Gwyneth Paltrow y Jeff Bridges, hasta el irreverente y descarado Robert Downey Jr., actor que ha estado en la mira de los tabloides por años, dada su abierta y franca afición a las drogas.
Pues resulta que ni Andy Sachs es la inocente y angelical asistente que pinta Disney, ni Miranda Priestley es como Meryl Streep la encarna: esta última es una auténtica bitch que no le pide nada a un dictador del cono sur, y su asistente es en realidad una chava muy normal, que sin querer se deja seducir por los vestidos de Chanel, las zapatillas Jimmy Choo, los bolsos de Prada y el mundo fascinante de la moda que Lauren Weisberger ofrece en este libro, producto, tal vez, de su experiencia como asistente en Vogue.