¡Un año de Nadia-mente!

En alguna ocasión le comentaba a un amigo que el afán de recordar fechas es sencillamente para tener una referencia y darnos una idea de cuánto hemos -o no- cambiado. Hoy hace un año que inicié este blog, y la verdad que parece haber sido hace un millón de años...

Mi primer acercamiento a los blogs fue gracias a Alma Delia Fuentes y su curso de Ciberperiodismo, y por supuesto también a Cristóbal, que a penas volvió de presentar su examen profesional en España, se unió a la bloggosfera porque en Europa, escuchó, esto era "lo de hoy". Después de él, me uní yo, hace un año como ya dije, y decidí que hoy celebraría con novedades.

Con el tiempo he ido aprendiendo cosas más o menos inútiles para la sobrevivencia pero necesarias para ir cambiando la apariencia del blog, y convertirlo en algo que refleje mi carácter a veces extrovertido, a veces francamente reservado. Y además, gracias a que paso mucho tiempo frente al monitor -podría escibir un libro llamado "Haga todo con Google" si no extiera ya-, he logrado encontrar distintos 'gadgets' que espero les agraden.

El primer agradecimiento va para mi hermanito Kalel, por el botón animado de Nadia-mente Noticias...

Gracias a del.icio.us no tuve que decir adiós a Blogger, ya que logró subsanar la falta de tags en cada entrada. No es tan eficiente como el servicio de WordPress pero al menos hace las cosas bastante fáciles, y pude añadir en esta nueva vista del blog un 'menú' en la parte superior. Además, usando este servicio y un hack que me encontré en Caso Patológico añadí un botoncito que te permite ver una entrada vieja al azar. Bastante inútil pero entretenido...

Finalmente, añadí una parte en donde podemos ver los comentarios recientes al blog, gracias a un hack de Freshblog, ya que darles seguimiento es siempre un problema cuando el blog se actualiza diario...

Espero que este nuevo 'look' les guste, que encuentren interesante -al menos- lo que aquí se dice, y que como Anwar, Libia, Víctor, Armando, JACH y José, regresen con frecuencia a este espacio que celebra el más importante aspecto del ser humano: la libertad de pensar y de decir.