Resulta sorprendente ver que esta película está basada en un libro escrito por Christopher Paolini, un muchacho estadounidense de sólo 15 años que acabó la prepa en un curso por correspondencia. Si bien cualquier obra desmerece cuando se 'traduce' a un guión cinematográfico, Eragon tiene un guión que me da la impresión de estar bien apegado a la obra -sobre todo por ciertas expresiones típicas de un chico de 15 años-, y aunque en general no es una historia extraordinaria, es una cinta entretenida, con buenos efectos y dos actores de gran peso en roles de reparto: John Malkovich y Jeremy Irons.
Eragon tiene sus momentos brillantes de humor y de drama, pero no logra involucrarte en la historia. Será cosa de la adaptación, o bien será porque el protagonista, el joven y novato Edward Speleers, lleva todo el peso de la película y ciertamente no parece tener las tablas para ello (aunque promete).
Aunque se le ha comparado con la trilogía de Tolkien, la verdad es que no está ni cerca: a Tolkien le tomó toda la vida crear un mundo, crear unas culturas con ciertas características que eran plasmadas en sus lenguajes, en sus ropas, en sus casas, etcétera, y luego creó una historia dentro de este mundo fantástico. Imagino que al pequeño Paolini lo inspiraron esa historia, y otras muchas que leyó o vio por ahí, pero difícilmente se dio a la tarea de hacer un mundo nuevo. Y, además y por si fuera poco,Stefen Fangmeier también es un director debutante que no está todavía cerca de ser Peter Jackson.
Tres palomitas, porque la música sí me gustó, y por Saphira, que es un encanto.
Hace 8 años.
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