No es que frío y el clima me recuerden este mes. Es que este fin de semana atendí a una recomendación de mi colega Lore, y vi esta producción española, que al grito de "quiero cambiar este puto mundo", trata de la vida de unos jóvenes estudiantes de teatro que tienen la ocurrencia de hacer teatro callejero, totalmente gratuito y, para su mala fortuna, sin el permiso de las autoridades, lo cual a la larga les complica la existencia al punto de que lleva a su grupo a un desenlace fatal.
Rayando en el documental, con escenas bastante bien realizadas, la idea de Noviembre es atreverse: a hacer y ser y pensar cosas diferentes, algo que sólo en la juventud nos podemos hacer (después, me cuentan, todo se vuelve bastante cómodo...).
Cuatro palomitas, porque más allá de la idea genial y muy buenas actuaciones, hay algo que te impide identificarte con los personajes (será que a lo largo de la cinta aparecen explicando por qué sí y por qué no, notablemente más viejos...)
Hace 8 años.
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