jueves, 29 de marzo de 2007

¡A echar el chal!

De seguro ya vieron por todos lados o recibieron el correo con el último descubrimiento de UCLA: Las Amigas Curan: "Cuando la hormona OXITOCINA es liberada como parte de la reacción de las mujeres frente al estrés, ellas sienten la necesidad de proteger a sus hijos y de agruparse con otras mujeres; cuando pasa eso, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina, que reduce el estrés más agudo y provoca un efecto calmante".

(Sí, bueno, eso ya lo sabíamos todos...)

El correito en cuestión está bastante cursi (lo dejo al final, para que le echen un ojo), pero rascando por ahí me encontré con un par de datos curiosos que revela el estudio: anteriormente se pensaba que la respuesta natural al estrés era 'pelear-o-huir'. Sin embargo, este estudio revela que las féminas de muchas especies animales, el hombre inclusive, responden también a través de 'proteger-y-agruparse', lo que descarta una respuesta violenta ante situaciones de presión o frustración. Otro dato curioso es que el acto de agruparse no sólo involucra 'echar el chal' con las amigas: también hablar por teléfono con amigos o familia o pedir direcciones en la calle cuando se está perdida son formas en las que las mujeres buscan un contacto social que reduce su estrés.

¿Y por qué hasta ahora se descubrió que no mostramos una respuesta violenta, en general, al estrés? ¡¡Porque los científicos pensaban que la variación hormonal fluctuaba demasiado mes con mes, lo que impedía una medición precisa, y sólo experimentaban con hombres!! (A partir de 1995, el gobierno de Estados Unidos obliga a la comunidad científica a tener representación equitativa en la realización de experimentos científicos).

Para saber más del estudio, vean esta nota de prensa.

Y he aquí el famoso correo...

LAS AMIGAS CURAN
Interesante descubrimiento: un estudio publicado por La Universidad de Los Ángeles, California, indica que la amistad entre mujeres es verdaderamente especial. Se descubrió que las amigas contribuyen al fortalecimiento de la identidad y protección de nuestro futuro. Constituyen un remanso en medio del mundo real lleno de tempestades y obstáculos. Las amigas nos ayudan a llenar los vacíos emocionales de nuestras relaciones con los hombres y nos ayudan a recordar quienes somos realmente. Después de 50 añosde investigaciones, se identificó que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad entre las mujeres. Los investigadores, hombres en su mayoría, se sorprendieron con los resultados de los estudios.
Cuando la hormona OXITOCINA es liberada como parte de la reacción de las mujeres frente al estrés, ellas sienten la necesidad de proteger a sus hijos y de agruparse con otras mujeres; cuando pasa eso, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina, que reduce el estrés más agudo y provoca un efecto calmante. Estas reacciones no aparecen entre los miembros del sexo masculino porque la testosterona que los hombres producen en altas cantidades, tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina; mientras que los estrógenos femeninos aumentan la producción de esta hormona. Después de repetidos estudios, se demostró que los lazos emocionales existentes entre las mujeres que son amigas verdaderas y leales, contribuyen para una reducción de riesgos de enfermedades ligadas a la presión arterial y colesterol. Se cree que ésta puede ser una de las razones de que las mujeres vivan generalmente más que los hombres.
Las mujeres que no establecen relaciones de amistad con otras mujeres, no muestran los mismos resultados en su salud. Así que tener amigas nos ayuda no solamente a vivir más, sino también a vivir mejor. El estudio sobre la salud indica que cuantas más amigas tenga una mujer, mayor es la probabilidad de que llegue a vieja sin problemas físicos y llevando una vida plena y saludable. En este mismo estudio se observó también cómo las mujeres superan los momentos críticos (como la muerte del cónyuge ó de los padres) y se percibió que las mujeres que pueden confiar en sus amigas reaccionan
sin enfermedades graves y se recuperan en un lapso menor que aquéllas que no tienen en quien confiar.El estudio concluyó que la amistad entre las mujeres constituye una fuente de fuerza, bienestar, alegría y salud. Por eso y por muchas cosas más: ¡Qué vivan las amigas!


QUERIDAS AMIGAS POR ESTO Y POR TANTAS COSAS MÁS: ¡GRACIAS!