lunes, 26 de septiembre de 2005

Titanic


No sé cuántas veces habré visto está película, pero me acuerdo perfecto de la primera vez: fue en el hoy extinto cine de Plaza Coapa. Iba con mi mamá y con mi prima. Era nuestra película de año nuevo de 1998 (mi madre y yo tenemos la insana tradición de ir a ver una película cada 1º de enero).

Recuerdo muy bien dos cosas: en la escena en donde Leonardo DiCaprio aparece en tuxedo al lado del reloj, se escuchó un sonoro “¡oh!” de parte de todas las asistentes; todas salimos, de menos, con una lagrimita en los ojos.

(Yo no salí con una lagrimita: lloré como magdalena, cosa que me pasa cada vez que veo la película).

A pesar de que Titanic ha sido muy criticada como cursi, larga y aburrida, a mí me parece que está realizada casi a la perfección. La manera en la cual la bellísima música de James Horner te va llevando a través del viaje de Rose es fenomenal: definitivamente, la película no sería lo mismo sin la música.

Este fin de semana volví a verla. ¿Habrá mucha gente como Rose, que se siente atrapada por la vida?