
Lo curioso del caso de Benjamin Button no es ese hecho peculiar de que vivía "hacia atrás". Lo curioso es, por un lado, que pone en evidencia que la vida se vive hacia adelante, pero no nos hace demasiado sentido más que viéndola hacia atrás. Por otra parte, que parece que ya nunca más seremos capaces de atestiguar una vida en la que verdaderamente puedas reflexionar sobre dónde estás y cómo has llegado hasta ahí, y, de encontrarte insatisfecho, volver a empezar. El caminito mental de nuestra vida se me antoja tan predeterminado que difícilmente imagino a un muchacho de 17 años lanzándose a la aventura al mar, a la guerra, a viajar por el mundo y de regreso otra vez.
Más allá de está reflexión que me ha provocado el magnífico trabajo de David Fincher, le damos cinco palomitas. ¡Espectacular!





0 comments:
Publicar un comentario