viernes, 7 de octubre de 2011

No importa


En el parque, el niño lanza migas de pan sin importarle que lo mismo las comen las palomas que los cuervos.

Así también el sol: brilla lo mismo sobre el rey que sobre el mendigo.

Y el aire, tan necesario, está para que tú y yo lo respiremos sin esfuerzo.

Y es que no importa: ningún esfuerzo es vano. Ninguna soledad es definitiva. Ningún momento, o parte de un momento, ocurren para nada.

No importa por qué: lo que importa es descubrir para qué.