De nuevo, Daniel Craig se salió con la suya. Y ahora sí estuvo de lujo ver al Bond del siglo XXI haciendo uso de toda una serie de gadgets maravillosos, como el teléfono Sony Ericsson C902 Cyber-shot que el agente usa para desenmascarar una red internacional que busca acaparar recursos, instaurar gobiernos títeres y todas las monerías propias de las teorías conspirativas que más nos gusta encontrar en las cintas de Bond.Además de eso, el manejo de cámaras logrado en la peli es genial: eso de ir cayendo desde varios pisos de altura junto con este güerazo está padrísimo.
Le damos cuatro palomitas, porque sentí un poquito floja la historia, pero aún así muy recomendable.
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