La verdad es que ya se extrañaba a Michelle Pfeiffer en una comedia ligera y romántica como esta, que la creadora de Look Who's Talking, una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos, escribió y dirigió y que apenas llegó a nuestros cines.La idea tras I Could Never be your woman es genial: Rosie, el personaje de Pfeiffer, una cuarentona divorciada y tratando de ganarle al tiempo con ejercicios y cremas, se ve de pronto envuelta con un muchacho que es 10 años más joven que ella, el guapísimo Paul Rudd, quien interpreta al joven enamorado que además es un comediante en ciernes que hace unas escenas de comedia física maravillosas.
El tabú de una mujer mayor con un chico más joven se desbarata a carcajadas con un guión inteligente de Amy Heckerling y una diálogo fabuloso entre Rosie y la Madre Naturaleza:
R.: Si yo fuera un hombre no me criticarías.
M.N.: ¿Por qué no copias las cosas inteligentes de los hombres en vez de sus estupideces?
¡¡Cinco palomitas, además la música es genial!!
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