jueves, 25 de mayo de 2006

The DaVinci Code IV


Dijimos ya que El Código DaVinci es una historia de poder, y que el fenómeno de poder es político por excelencia. ¿Cómo es lo político y cómo se relaciona con la mujer?

Ya había apuntado que lo político es fundamentalmente la verbalización del conflicto (¡poner en palabras lo que no me parece, pues!) Desde Aristóteles, lo político se define como masculino: es un Él quien posee la condición de enunciador, de dar nombre y apellido a aquello que le rodea. Hay que considerar, además, que el mundo sólo es posible dentro del discurso, sólo dentro de éste tiene una realidad (¿cómo explicarlo sino a través de él?). La consecuencia clara es que el mundo es de los que hablan, y en ese sentido el mundo de lo político es de los hombres.

¿Cómo aplica este principio a la mujer? La evidencia es elocuente: no se explicaría el impulso que la perspectiva de género ha ganado en los últimos tiempos, ni en la transformación de problemas privados (ámbito femenino) en públicos (ámbito masculino y político), como la violencia intrafamiliar, si la mujer no hubiera estado relegada y reprimida por mucho tiempo.



La novela de Brown es elocuente en este aspecto: da una explicación (OJO: es una novela, así que ésta es más o menos ficticia, las evidencias son bastante rebuscadas y no será posible verificar muchas de ellas) al por qué del papel secundario que la mujer ha tenido en La Historia, alegando que la institución más antigua y que por más tiempo se ha encargado de formar y transformar a la sociedad occidental (la Iglesia) es la culpable de la forma en la que las mujeres, herederas legítimas de la iglesia de Jesús y de su mensaje, han sido reprimidas, excluidas, relegadas y perseguidas. (Y esto nos lleva de vuelta a las discusiones sobre poder y política de días pasados).

Igual que el mundo o la política, la mujer no es más que una creación. En El Código se sugiere que el papel social de la mujer fue subordinado al hombre y relegado a la esfera privada, en donde 'nadie la ve' a causa de una disputa de poder entre los apóstoles con María Magdalena primero, y en un afán de evitar la fragmentación del Imperio Romano (con el Consejo de Nicea) después. En la novela se nos da una explicación de por qué el Priorato no ha revelado la verdad: el desdibujamiento de las fronteras entre lo público y lo privado ha causado que las mujeres conquisten espacios de poder... ¡Ah, qué fácil!

Bien. Para cerrar esta semana en la que sin querer me he dedicado a debrayar sobre esta imaginativa historia, mañana también estaré comentando sobre otros puntos interesantes de la novela y de la película que quisiera exteriorizar (¡Necesito catarsis!)



serie codigo

2 comments:

Anónimo

e ironicamente... en la pelicula el personaje principal es masculino, además de que Tatou es el único personaje femenino relevante. ¿Cuanto más habrá ganado Tom Hanks sobre Audrey Tatou?

Anónimo

... conclusión: no nos hemos superado mucho.