viernes, 26 de mayo de 2006

The DaVinci Code V

En esta última oportunidad de debraye sobre El Código DaVinci (¡lo prometo Anwar!) quisiera sólo apuntar algunas ideas que se me atravezaron al leer las críticas y reacciones que hubo sobre la película:

Manuel Sánchez Hurtado, de la Oficina de Información de la Obra en Roma, señaló que los cristianos "han reaccionado siempre ante la falta de respeto con una actitud pacífica, buscando el diálogo y evitando el conflicto" y aseguró que este episodio puede servir para que los cristianos "nos tomemos más en serio la fe y para que todos aprendamos a comprender y respetar a los demás".



Aunque la evidencia histórica sugiere que la reacción de todos los cristianos no siempre ha sido pacífica -y pregúntenle a mis indios, a los judíos de Auschwitz, la los musulmanes en la península ibérica del siglo XIV, a los centroamericanos de 1980's... -, veamos un poco de la violencia verbal que algunos de sus miembros han empleado en contra de Brown, Howard, la película y la novela:

Página 12: Se destacó el mensaje del arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, quien difundió una carta en la que, quizá augurando una ola de confesiones en los próximos días, indica que ver la obra protagonizada por Tom Hanks es “una voluntaria cooperación al mal”.

Radio Caracol: En Goa, ex colonia portuguesa y una de las pocas regiones de la India con más población católica, las autoridades han pedido al Gobierno que prohíba la película y el arzobispo, Filipe Neri Ferrao, ha declarado que es parte de "un plan diabólico para desestabilizar los fundamentos de la fe cristiana".

El Ministro Marcos Witt: Bueno, no hay que olvidar que este señor Dan Brown escribió un libro de ficción sobre una teoría que cuestiona las leyes de Dios, si la ficción es capaz de cambiar tu fe en Dios entonces esa fe nunca estuvo bien fundamentada. Yo, simplemente no tengo tiempo de leer porquería, si es algo que pone en duda mis creencias y desacredita a mi Señor entonces para mí es basura y lo descarto.



El Cardenal Dominicano: "Me confirmo una vez lo que dice la Biblia, que el número de los tontos, de los imbéciles, es infinito y ahora se está demostrando porque son muchos los que andan como una manada de borregos viendo una película que es una solemne necedad", agregó.


A estos cristianos se les olvidó la más importante enseñanza de Jesús: ama a tu prójimo como a tí a mismo, y ama a tus enemigos. (Si sólo amas a quien te ama, ¿qué mérito tendrás?)

Bueno, ha habido reacciones todavía más increíbles:

El abogado argentino Jorge Luis Vitale planteó un amparo en su condición de “Católico Apostólico Romano” afectado por un producto que “constituye una agresión y un insulto a la creencia de la mayoría de nuestro pueblo”.



El teólogo y arcipreste de la Catedral de Santa Tatiana de Moscú: Llamó a los ortodoxos a presentar demandas judiciales para que antes de cada proyección se advierta al espectador con el mensaje: "ver esta película significa tomar parte en un sacrilegio hacia el fundador de la Religión Cristiana, el Señor Jesucristo", señaló.

Imaginemos, guardando toda proporción: hubiera estado buenísimo que presentáramos un amparo para evitar que se transmitieran películas como Hombre en Llamas, en las que se dibuja al DF como una Sin City real.

Y la reacción más absurda:

En Ceccano, Italia, dos legisladores locales quemaron una copia del libro "Código Da Vinci" en la plaza principal de esta población, argumentando que defendían a Jesús, y desencadenaron una serie de enfrentamientos entre grupos rivales.

Casi que veo las quemas de libros durante el III Reich... Heil Hitler! Sieg Heil!

Y los protagonistas del drama se defienden:

Tom Hanks: "No estamos diciendo que estos son los hechos y lo que pasó. Es una película, en la que nuestros personajes entran en un mundo de gente que piensa que estas cosas son reales. Y la gente que cree realmente que esas cosas son reales probablemente sean más peligrosos que los que dudan".

Y Ron Howard dice: "Repito: se trata de un entretenimiento, no es teología", insistió el director.

Pero la mejor de todas fue la de
Sir Ian McKellen que, tras decir que no creía que el libro fuera un clásico, recordó que "cuando el libro salió no hubo tanta controversia, tal vez porque la prensa supone que los lectores son personas inteligentes y los que van al cine son todos unos tarados".

¡Qué triste! La frase de Sir Ian es cierta: la prensa, la iglesia, y en general las instituciones, creen que la gente es tonta. Pero la realidad es que la fe, al final del día, es de tontos. Parte de creer es ser ciegos, sordos y tontos... creemos en Dios porque es absurdo, y es absurdo porque no podemos probarlo científicamente. Y la fe es una cuestión personal, que no puede ser impuesta: si, como expresa Langdon al final de la cinta, yo quiero creer que Jesús fue un hombre como cualquier otro, y que además podía hacer todas esas cosas maravillosas que la Biblia relata, bien por mí. Lo que yo crea, y cómo llegué a esa conclusión, son cosa mía.


En fin. De seguro Sony ya recuperó con creces su inversión pues esta publicidad negativa le generó a la película un ingreso en taquillas de 147 millones de dólares en su estreno fuera de Estados Unidos.


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