jueves, 11 de octubre de 2007

A orillas del río Piedra me senté y lloré

Paulo Coelho nunca llamó mi atención, y ciertamente nunca habría elegido este libro para iniciarme en sus travesías. ¿Por qué querría alguien sentarse a chillar como Magdalena a orillas de un río con un nombre tan peculiar?

Porque se trata de una historia de amor, y una buena historia de amor siempre acaba con el llanto amargo. No así la historia de Pilar, una mujer como cualquier otra, que al reencuentro con el amigo entrañable de la infancia descubre al hombre de su vida y al rostro femenino de Dios, un poco remembrando la línea argumental de El Código Da Vinci.

De una narrativa fluida como el río que evoca, casi lírica por las imágenes y sensaciones que despierta a lo largo de la lectura, A orillas del río Piedra me senté y lloré es una novela corta, bonita, cursi al extremo pero cumple su objetivo: entretiene.

Lo leí porque me lo regalaron con la recomendación de que "a mí me gustó mucho". A mi me gustó, punto. Tal vez haya por ahí alguna otra cosa en el universo de Coelho que de veras despierte mi pasión...

COELHO, Paulo (2007): A orillas del río Piedra me senté y lloré, México, Ed. Grijalbo.

1 comments:

Alejandro Vargas

Yo ya perdí el "gusto" por leer a Coelho. He leido 3 de sus obras y me han parecido repetitivas. Pero si, entretiene un rato.