miércoles, 6 de febrero de 2008

El Evangelio de Judas Iscariote 3

Jesús, Judas y la Historia

Otro de los aspectos que hay que considerar, relata Ehrman, para comprender el Evangelio de Judas, es poner en perspectiva histórica a los personajes que tradicionalmente aparecen en las escrituras, canónicas, apócrifas y gnósticas.

¿Cómo determinar esto? Es, en realidad, una obviedad: si contamos con varías fuentes, mismas que sabemos pertenecen a distintos autores, podemos compararlas y determinar sus similitudes y diferencias, y a grandes rasgos estaremos descubriendo el hecho histórico más allá de lo que está en cada uno de los textos.

Hay que aclarar que esto es necesario por una sencilla razón, también obvia: los Evangelios, canónicos o no, no son recuentos históricos precisos. Cada uno de sus autores tiene una agenda específica y una intención clara al contar su historia. Si consideramos que en las tradiciones orales, como era en un inicio la tradición cristiana, la historia se modifica y se adapta dependiendo del lugar, la audiencia, y el punto que quiere uno hacer, es natural que cada recuento de la vida de Jesús diga cosas distintas. Además está el factor de la entropía: quien escucha la historia, la repetirá poniendo énfasis en lo que más le interesó o, de plano, en lo que entendió de la misma. Y como no podemos consultar el Daily Jews de abril de 30 D.C., tenemos que reconstruir la historia con los pedacitos que podamos encontrar en otras fuentes.

Así las cosas, Ehrman hace un recuento y dice que lo que sabemos es que Jesús era un predicador apocalíptico, que tuvo doce alumnos cercanos, uno de ellos fue Judas Iscariote, quien lo entregó a las autoridades, que fue juzgado por un crimen político (porque no hay otra razón para la naturaleza de su condena), y fue crucificado.

Sobre Judas Iscariote, sabemos aún menos. Sabemos que era discípulo de Jesús, que lo traicionó y que murió. El resto es sólo producto de siglos de tiranización a la figura del apóstol.

Esto levanta una cuestión interesante: ¿Por qué Judas traicionó a Jesús? Tampoco hay consenso al respecto en el Nuevo Testamento: hay quienes no dan razón alguna; o se cree que fue por el dinero; también se argumenta que Judas fue poseído por un demonio, o bien que era el demonio mismo.

En el Evangelio de Judas Iscariote, una nueva posibilidad surge: Judas traicionó a Jesús porque él se lo pidió.



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