martes, 18 de mayo de 2010

Robin Hood


¡Cómo no me iba a encantar este nuevo Robin Hood! No sólo se trata de la más reciente cinta de mi actor favorito, el guapísimo Russell Crowe, además es dirigida por Ridley Scott, uno de los mejores directores hollywoodenses que anda por ahí.

Robin Hood es una cinta que a lo largo de poco más de dos horas nos cuenta cómo un arquero cualquiera, al servicio de Richard Lion Heart, deserta del ejército y regresa a Inglaterra, para encontrarse con su pasado y con su destino. Esta "nueva" versión del héroe encapuchado más antiguo de la historia no podía dejar de cautivarme por el mensaje político que lleva bastante explícito: el héroe es hijo de uno de tantos locos ingleses que, escapando con todas sus luces de la edad media, pensaba que la gente debía ser libre por ley. Como es obvio, a final de cuentas al rey de turno no le agrada la idea y ergo, nuestro héroe se convierte en un forajido, lo cual ocurre al final de todas sus aventuras, invitando a una segunda parte con el provocador final: "An so the legend begins".

Entre tanto, la cinta es entretenida, tiene un ritmo ágil y una fotografía excelente, los paisajes ingleses que retrata se antojan idílicos, el vestuario y las caracterizaciones están maravillosos, y sólo para variar aún más, Lady Marion, interpretada de forma genial por Cate Blanchett, es toda una amazona, dueña de sí misma y muy inspiradora. La música estuvo a cargo de Marc Streitenfeld, a quien conocimos en A Good Year, es buenísma.

Cinco palomitas. Sí, la vería una tercera vez en tanto sale en DVD.