Ayer que estaba mirando esta cinta por enésima vez, me pregunté dos cosas: ¿cómo no he hecho una reseña de esta película? y ¿si pudiera borrar a alguien, quién sería?
(Obviamente la primera tuvo respuesta; la segunda tardó en llegar. De pronto me ví a mí misma hace unos años, en un parque, sentada en un columpio llorando, con el corazón roto y pense: sí, sí hay alguien a quien borraría).
Esta cinta en la Jim Carrey ofrece una de las mejores interpretaciones de su vida, plantea una solución ficticia al problema de los desengaños: borrarlos. Sin embargo, al final de la cinta me quedo con la sensación de que aunque supiera que una persona -amigo, amante, significantother, o lo que sea- me va a terminar lastimando, creo que no me importaría, con tal de tener la oportunidad de vivir cada momento con esa persona, y ciertamente no la borraría.
Eternal Sunshine of the spotless mind adquiere su título de un larguísimo poema de Pope, Eloisa to Abelard, y es la visión original de Michel Gondry, un jóven director francés que con gran imaginación y cero efectos computarizados recrea el mundo interior de Joel Barrish y nos da una visión totalmente increíble de lo que sucede mientras sus recuerdos de Clementine se van.
Este director promete bastante: no sólo ha hecho un par de videos para artistas como Björk, sino que también ha hecho distintas campañas mercadotécnicas. La que de seguro recuerdan es la de Smirnoff.
Sin duda, un clásico de nuestros tiempos. Cinco palomitas...
Hace 1 año.
2 comments:
Sí, yo apoyo la moción. Esta es una excelente película.
Tampoco borraría a nadie, pero que tal que alguien si me quiere borrar a mi?
Besos!
¿Y qué tal un acontecimiento que te causó mucho dolor?
Bueno, en realidad tampoco, porque te privas de la experiencia que te deja (y la "satisfacción" de saberlo superado, si es el caso)
Pero... y por ejemplo, ¿las personas que sufrieron violación(es)?
La película también me pareció excelente. De hecho, cambió mi percepción de Carrey como actor.
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