
La disposición de las piezas nos lleva a explorar el amor desde distintos puntos de vista: desde el mitológico, con diversas representaciones escultóricas de cupido, hasta el amor frustrado de la Magdalena, pasando por el amor de Dios y el amor erótico.
Lo más destacable de la exposición es sin duda El Gran Vals de Rodin, que pese a ser plasmado en una pequeña y fría piedra, transmite en verdad el fuego del momento; un precioso pañuelo de seda que perteneció a La Doña; y claro, la poesía de Benedetti en grandes letras doradas sobre las paredes rojas.
¡Además, los lunes la entrada es gratuita, no se la pierdan!
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