Ayer después de muchos años, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México se presentó en Monterrey, en el Auditorio Luis Elizondo, con un programa dedicado a España, un director fascinado con el público regiomontano, y un solista de primera que nos regaló una interpretación un tanto peculiar, pero muy conmovedora, del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo.
Lo genial de este concierto fue, en verdad, volver a ver a la Orquesta. Luego de 3 años en los que la peregrinación semanal a la Sala Ollin Yoliztli fuera como ir a misa cada fin de semana, ya extrañaba verlos y escucharlos. Y sobre todo extrañana al profe, Luis Meza, a quien sonsacamos para que nos acompañara a cenar luego del concierto.
¡¡Una velada increíble!!
Hace 1 año.
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