lunes, 14 de mayo de 2007

Children of men

Es irresistible que, cuando nos topamos con películas de contenido tan radical, insistamos en pensar qué fue lo que quiso decir el creador, como si no hubiera dicho ya todo lo que tenía que decir, y sólo podría aventurar lo que él me dice a mí. Así que, al lado del hecho de que tiene una realización increíble, la producción se voló la barda por la credibilidad de la ambientación, la fotografía y las tomas largas características de Alfonso Cuarón son geniales, y ni qué decir de las actuaciones de Clive Owen y de Claire-Hope Ashitey, voy a centrarme en algo que me dijo Cuarón con su película.

Me dice que Children of men es una película que, entre los muchos temas que aborda, hace énfasis en la importancia de tener una guía, un objetivo, un norte, una base sobre la cual partir y que es fundamental para tomar acción. Claramente Theo no tiene esa base, y la metáfora magnífica que nos lo prueba es que, desde que sale de la casa de seguridad hasta que está en el campo de refugiados, Theo no tiene zapatos. Cuando le dan un par de viejos tenis, es cuando al fin se siente comprometido con ayudar a Kee. Genial.

¡Cinco palomitas, y a tener y cuidar niños!