viernes, 16 de mayo de 2008

Uno para la panza

Y no para bajarla, ni esconderla, sino para curarla...

Y es que a veces el tren de vida que nos damos (pasar largos ratos en ayuno, comer lo-que-sea, en donde sea, etc.) hacen estragos con nuestro estómago. Cuando se trata de problemas de largo plazo, nada como una visita al médico. Pero para el dolor de estómago común, ese que viene por comer algo en mal estado o que nos indigesta, antes que tomar algún medicamento, yo acostumbro lo siguiente:

Tomar un té de manzanilla calientito, con bastante azúcar y un limón. Preferentemente usa limón sin semilla, de esos grandototes que parecen limas, porque son menos amargos que los limones comunes. Mientras das sorbos al té, toma un poco de bicarbonato. Con un puñito es suficiente.

Recuerda que automedicarse es peligroso, pero un té hace maravillas y no es dañino para el organismo.