De paseo por los pasillos del Juicio Eterno con Goethe y Hemingway, Milan Kundera logra maravillarnos con una idea genial: la inmortalidad está al alcance de la mano, pese al personaje, al peso específico de aquella en la realidad de nuestra vida o a la fidelidad de nuestro reflejo en ella.
Sumergido como un personaje más, Kundera cuenta una historia que son muchas historias, lleva un paso adelante la idea de la novela posmoderna y se sumerge en la trama, en el por qué de los personajes, en el cómo de la historia y en los altares de la inmortalidad, y explica, para que no haya duda, que escribe novelas de modo que no puedan ser contadas fácilmente... para que la gente las lea.
Así que a pasearse con Beethoven por un balneario en Teplice y a leer esta obra, clímax de este escritor checo eternamente exiliado.
KUNDERA, Milan (1991): La Inmortalidad. Tusquets Editores, España.
Hace 1 año.
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