lunes, 12 de septiembre de 2005

Cinderella Man


¡Desde luego! Ayer tocó cinito, y me lancé a ver nada menos que Cinderella Man, cinta dirigida por Ron Howard –productor, entre otras cosas, de la memorable Arrested Development-, y protagonizada por el bello Russell Crowe y la nada fea y muy talentosa Renée Zellweger.

La cinta es un retrato de la vida de James J. Braddock, un boxeador neoyorkino de ascendencia irlandesa, quien es una de las víctimas de la Gran Depresión pero que recibe una segunda oportunidad para brillar, cuando ya todo el mundo lo daba por muerto (al menos en el mundo pugilístico).

Pese al final feliz (porque no son mis favoritos), la cinta logra “mover” la tripa. El director y productor de Far and Away y A Beautiful Mind logra transmitir la angustia e impotencia del ex púgil, quien no logra encontrar un trabajo para alimentar a sus tres pequeños hijos. Las escenas de pobreza en un invierno neoyorkino, la desesperación de unos padres que no pueden darle lo básico a sus hijos, realmente hacen a la audiencia vivir una gran depresión.

(Me pongo a pensar en la gente que en nuestro país sobrevive en esas condiciones todos los días y se me eriza la piel.)

Cinderella Man es una película muy recomendable: si te encanta Russell, si te gusta Renée (a quien le va muy bien el papel de mami), o si te gusta el box. Está casi por desbancar a L.A. Confidential como mi película favorita del actor neozelandés.